martes, 27 de noviembre de 2012

Ruptura espaciotemporal.

Estoy tomando un té, escuchando blues, encerrado en la habitación de la cual soy partícipe pero no posesor, lo más cercano a un espacio provisto de privacidad que tuve en mi vida. Me siento relajado, después de unos duros días de vida de adulto, o pendeviejo... Cualquiera de las dos es triste. Estoy de cara a mi día de franco, el glorioso Martes, el que me salva del estallido, que me da vida para afrontar el resto de la semana, que trato de aprovechar como si fuera el último día de mi vida, que puede ser el último. Toda la situación me dio ganas de escribir, pero no me dice sobre qué, ni por qué. Pero creo que es sólo la necesidad de plasmar este momento en palabras, en texto, en recuerdo. Este momento que significa que no todo es tan malo.

lunes, 19 de noviembre de 2012

El último primer día.

Aunque el Domingo brille con toda su intensidad, siempre su luz va a ser más tenue. Y cuando está nublado, su contraste es ínfimo. En los domingos la lluvia es llanto, llueven las lágrimas de la gente que está sola. El sol es triste y arisco, daña pero no ilumina. La luna está siempre de mal humor y te deja solo en medio de la noche, que siempre es más oscura y temerosa que los otros días.
 Domingo, potenciador natural de negatividades. Quien cava más profundo tu pozo de dudas y miseria. Quien te convence de que estás peor de lo que pensabas. Quien argumenta sin palabras y miente sin decir nada. Quien te induce un delirio de tristeza.
 Pero su función realmente es contrastar con el resto de los días para hacer que disfrutemos aún más de la semana. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012



And if your eyes forget to well
And if your lies forget to tell
And if our paths forget to cross
It doesn't mean you're lost.