jueves, 26 de agosto de 2010


¿Loco? Bueno, sí... Un poco, pero no más de lo normal para una persona que vive en una casa que se asemeja más a un circo que una familia.
Integrantes del circo:
Karl, una persona con menos autoridad que una papa en su propia casa. Deja que su hija, que técnicamente lo está consumiendo poco a poco, siga viviendo bajo su techo y arruinando lo poco que tiene. Pero más allá de todo no deja que me falte nada y doy gracias a Dios por tenerlo aún conmigo.
Marta, mujer con la capacidad de ignorar toda sugerencia posible de cómo hacer bien las cosas y súplicas para que deje de meterse en tu vida. De más está decir que si encima de que te complica la vida, la contradecís, se enfada con vos y lo hace peor. Pero sin ella la vida perdería un poco el sentido.
Alexander, un hombre de más de 34 años que vive con los padres y actúa de las maneras más infantiles jamás vistas. Hasta capaz de dejar de hablarle al sobrino tirando a la basura 16 años de relación, realmente sorprendente.
Por último y más importante: Adriana, también apodada Lucifer, Diablo, Mefistófeles, Satanás, Belzebú, Luztrel... Pero es comúnmente llamada Adriana. Este ejemplar, único en su especie, puede llegar a arruinar cuanta vida se cruce en su camino. Tiene formas muy particulares de destrozar la vida de cualquier ser vivo: si le servís, te absorve la vida hasta que ya no queda nada de lo cual pueda beneficiarse. Si no le servís, simplemente te va a usar para divertirse viendo e ingeniando cómo hacer de tu vida la más miserable. Esta mujer, si se puede llamar así, con una suerte de demonio mitológico, puede llegar a situaciones y medidas extremas con tal de cumplir con su único cometido: cagarte la vida.

Más allá de todo esto... No me puedo quejar, total... Sigo vivo y tengo un techo donde vivir.

martes, 3 de agosto de 2010

There are no unlockable doors
There are no unwinnable wars
There are no unrightable wrongs
or unsingable songs
There are no unbeatable odds
There are no believable gods
There are no unnameable names
There are no impossible dreams
There are no invisible seams
Each night when the day is through
I don't ask much:

I just want you.