lunes, 22 de octubre de 2012

Insomnio.

A veces creo que me voy a morir de ansiedad.

lunes, 15 de octubre de 2012

Significaciones imprácticas.

Tanto debate acerca de la muerte, que la muerte es esto, que la muerte es aquello. Que significa infinidad de blabs o un sinnúmero de otras cosas. Que si se puede o debe decidir si seguir viviendo o no. Que si se es egoísta al no querer la muerte para otra persona. Que si se debe aceptar a la muerte como parte del ciclo. Que si somos energía que debe transformarse natural e inevitablemente. Que si somos simplemente materia, un trozo más de universo cuyos compuestos deben servir a otra causa llegado el momento. Que si la muerte es el fin de la vida. Que si la vida sigue después de la muerte. Que si hay algo después de la muerte. Que si hay cielo después de la muerte. Que si hay infierno después de la muerte. Que si hay muerte después de la muerte. Y yo digo... ¿Qué tenemos? ¿Vida o muerte? Vida. Vida tenemos. Nacemos con vida, por la vida, para la vida, debido a la vida. Nacemos para toda la vida y eso es lo que tenemos... Vida. Y todos los que nacimos la tenemos, sólo hay que usarla. Usarla para vivir. No tiene cláusulas ni la letra chiquitita de los contratos que indudablemente siempre te caga en algo. No te pide nada, no te pone pautas, ni siquiera te da un consejo sobre cómo usarla. Se te da sin instrucciones, se te da sin advertencias. Se te da para que la uses como se te plazca. Entonces... ¡Usala y dejate de joder! Y cuando llegue la muerte, sea el fin o el principio de algo, signifique lo que signifique, sea lo que sea, cuando llegue la muerte, morila. (tengo serias dudas al respecto de esa palabra, pero no encontré otra que me sirva).  Como viviste la vida, morí la muerte... Y probablemente en ese punto es donde terminamos de entender todo lo que durante la vida no entendimos. Y probablemente en ese momento veamos la luz de tantas verdades o tantas mentiras que en vida no podríamos elucidar... O no. O no pase nada y todo sea abismo, sea niebla o negro, o blanco, o violeta, o sea muchos colores.
 Ante la duda, mejor vivir.

jueves, 11 de octubre de 2012

Vicisitudes del viaje.

Ayer hice dos cosas por primera vez. ¿No será mucho para mí? Digo... Con lo que me cuesta romper con la rutina, acostumbrarme a algo nuevo o despegarme de algo viejo. Y sin embargo fueron dos por uno, dos pájaros de un tiro, fueron dos en menos de veinticuatro horas. Dos, dos cosas nuevas, dos. Si con una alcanzaba ¿Por qué no dejé la segunda para otro momento en el que necesite algo nuevo con qué entretenerme? Debo estar en rebelde, debo ser un insurrecto, falto de disciplina, inconformista, subversivo, reacio que se subleva contra el sistema. ¿El sistema? Su sistema. En fin... el sistema. ¿Y ahora? Ahora... ¿Ahora? Ahora como frutillas con azúcar y pienso... ¿Pienso? No, pensar es muy básico, mejor... Reflexiono. Sí, reflexiono. Porque reflexionar implica otras cosas... Pensar piensa cualquier organismo humanoide provisto de cerebro. Y reflexionar... Reflexionar reflexionan las personas cuyos actos, sensaciones o sentimientos se interponen, entrelazan, entrecruzan o confunden con los de otra persona, o con los suyos mismos, entre sí. Acto contra sentimiento, sensación versus acto, o todos contra todos. Igual no sé si reflexiono, creo que no tengo ninguno de esos conflictos en este momento. O sí, pero no me importa mucho. Y si no me importa... ¿Por qué escribo sobre esto? Blej, creo que al final sí estoy reflexionando.

lunes, 8 de octubre de 2012

Puñalada al destino.

La ansiedad me corroe la paciencia y hace que arda la frialdad con la que trato de pensar. Cada segundo es una masacre de ideas, un tormento de sueños, una montaña de números alborotados e inciertos que se me caen encima. Pero si hay algo que no hay, son dudas. El incontenible deseo, la salvaje necesidad de conseguirlo no me permite vacilar al respecto, me enceguece, no me deja pensar en otra cosa, no puedo doblar la mirada para ver nada más. Es eso, la mirada fija en eso, la mente, la energía, las ganas, el alma, la vida en eso. Todo por y para eso, el antes y el después, la realización de mi ser. Probablemente para la mayoría sea una pelotudés, o simplemente otra etapa de la vida, común y corriente. Pero para mí lo es todo, es el auge de la libertad, es el sueño del pibe, es mi sueño, es mi lugar, sea como sea, mío. El principio de la vida que espero desde hace muchos de mis pocos años, el fruto de mi esfuerzo, mío y de nadie más. Mi refugio, mi guarida, mi fuerte anti-humanos, mi espacio libre de estrés, mi atmósfera a parte, el lugar para terminar de conocerme, donde mi única ocupación será aprender a tolerarme. El punto en el que se juntan mi pasado, mi presente y mi futuro, donde voy a poder pisotear ese condenado pasado y hacer mi futuro con plena dedicación. El tiempo, mi único adversario, lo único que no puedo lograr a base de esfuerzo es que se mueva más rápido, sólo me resta esperar, y puedo, puedo. Pude con muchas cosas peores, esto es ínfimo, ridículo, no es nada, nada.

lunes, 1 de octubre de 2012

Houston, tenemos un montón de problemas.