domingo, 17 de marzo de 2013

Fundecadenas.

Centellean fuegos inmortales en unas pupilas laceradas por la vida, resistentes de experiencia. Violenta combustión, a duras penas controlada por una templanza inmaculada y una férrea voluntad. Fruncido el ceño, disconforme o decidido, agresivo seguro. Firme, avanza a pasos cortos y seguros. Fuertes pasos, enérgicos, van marcando el camino que recorren, dejan huellas, profundas, indelebles. Y una estela de preguntas y respuestas, verdades y conciencia. Avanza, y retrocede si es necesario, con frialdad analiza la circunstancia y con calma ejecuta con criterio su mejor opción. Falla, cae, se equivoca, se odia y vuelve a levantar la cabeza, su mirada sigue esgrimiendo el mismo fulgor ígneo de siempre, la misma decisión, la misma pasión por la libertad.