martes, 31 de diciembre de 2013

Experanza.

Yo suelo creer en que al término del ciclo anual, si pensás que no fue un buen año, si te sentís tan golpeado y magullado que ves desesperadamente el borde del horizonte del año nuevo con ganas de correr como desquiciado con la esperanza de que el siguiente año sea un lienzo en blanco donde sólo vas a garabatear triunfos y glorias, esperando estar parado sobre la línea que divide ambos ciclos para poder deshacerte de ese viejo lienzo con todas sus lágrimas derramadas y derrotas sofocantes... Yo creo que en ese momento tenés que echar una mirada a tu piel, mirar esas cicatrices y mostrarlas orgulloso de que al término de ese año, habiendo batido tantas batallas y aún en pie, escrito en vos está esa experiencia de vida y lo más glorioso de ganar, seguir vivo.

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